Chapter 20

1)Y HABÍA en Shemlón un paraje donde las hijas de los lamanitas se reunían para cantar, para bailar y para divertirse.

2)Y aconteció que un día se hallaba reunido un reducido número de ellas para cantar y bailar.

3)Ahora bien, los sacerdotes del rey Noé, avergonzados de volver a la ciudad de Nefi, sí, y temiendo también que el pueblo les quitara la vida, no se atrevían a volver a sus esposas y sus hijos.

4)Y habiendo permanecido en el desierto, y habiendo descubierto a las hijas de los lamanitas, se ocultaron y las acecharon;

5)y cuando no había más que unas pocas de ellas reunidas para bailar, ellos salieron de sus lugares secretos, y las tomaron y se las llevaron al desierto; sí, se llevaron a veinticuatro de las hijas de los lamanitas al desierto.

6)Y aconteció que cuando los lamanitas echaron de menos a sus hijas, se enojaron contra los del pueblo de Limhi, pues pensaron que había sido el pueblo de Limhi.

7)Por tanto, hicieron avanzar sus ejércitos; sí, hasta el rey mismo marchó a la cabeza de su pueblo; y subieron a la tierra de Nefi para destruir al pueblo de Limhi.

8)Ahora bien, Limhi los había descubierto desde la torre, sí, él descubrió todos sus preparativos para la guerra; por tanto, reunió a su pueblo y les puso una emboscada en los campos y en los bosques.

9)Y aconteció que cuando llegaron los lamanitas, el pueblo de Limhi empezó a caer sobre ellos desde sus emboscadas, y comenzaron a matarlos.

10)Y ocurrió que la batalla se hizo sumamente violenta, pues pelearon como los leones por su presa.

11)Y sucedió que el pueblo de Limhi empezó a echar a los lamanitas delante de ellos, a pesar de que su número no era ni la mitad del de los lamanitas. Mas ellos luchaban por sus vidas, y por sus esposas, y por sus hijos; por lo tanto, se esforzaron y combatieron como dragones.

12)Y aconteció que hallaron entre el número de sus muertos al rey de los lamanitas; aunque no estaba muerto, pues había sido herido y abandonado en el campo de batalla, tan precipitada había sido la fuga de su pueblo.

13)Y lo recogieron y le vendaron las heridas, y lo llevaron ante Limhi, y dijeron: He aquí el rey de los lamanitas; habiendo sido herido, cayó entre sus muertos, y lo abandonaron, y he aquí, lo hemos traído ante ti; y ahora matémoslo.

14)Pero les dijo Limhi: No lo mataréis, antes bien traedlo acá para que yo lo vea. Y lo trajeron. Y le dijo Limhi: ¿Por qué razón has venido a la guerra contra mi pueblo? He aquí, mi pueblo no ha violado el juramento que te hice; ¿por qué, pues, habríais de quebrantar vosotros el juramento que hicisteis a mi pueblo?

15)Y luego dijo el rey: He quebrantado mi juramento porque los de tu pueblo se llevaron a las hijas de mi pueblo; por tanto, en mi enojo hice que mi pueblo viniese a la guerra contra el tuyo.

16)Ahora bien, Limhi nada había oído respecto de este asunto; por tanto, dijo: Buscaré entre mi pueblo, y quien haya hecho tal cosa perecerá. De manera que mandó hacer una pesquisa entre el pueblo.

17)Y cuando Gedeón, que era el capitán del rey, oyó estas cosas, fue al rey y le dijo: Te ruego que te refrenes y no busques entre este pueblo, ni lo culpes de esto.

18)¿Pues no te acuerdas de los sacerdotes de tu padre, a quienes este pueblo trató de destruir? ¿Y no están ellos en el desierto? ¿Y no son ellos los que se han robado a las hijas de los lamanitas?

19)Y ahora bien, he aquí, declara al rey estas cosas, para que él las diga a su pueblo, y se pacifiquen con nosotros; porque he aquí, ya se están preparando para venir contra nosotros; y ves también que somos pocos.

20)Y he aquí, vienen con sus numerosas huestes; y a menos que el rey los pacifique con nosotros, pereceremos.

21)¿Pues no se han cumplido las palabras de Abinadí que él profetizó contra nosotros? Y todo esto porque no quisimos oír las palabras del Señor, ni abandonar nuestras iniquidades.

22)Y ahora pacifiquemos al rey, y sujetémonos al juramento que le hemos hecho, porque es mejor que estemos en el cautiverio que perder nuestras vidas; por tanto, demos fin al derramamiento de tanta sangre.

23)Y Limhi declaró al rey todas las cosas concernientes a su padre y a los sacerdotes que habían huido al desierto, a quienes atribuyó el rapto de sus hijas.

24)Y aconteció que el rey se pacificó con el pueblo de Limhi, y les dijo: Salgamos sin armas a encontrar a mi pueblo; y os aseguro con juramento, que los de mi pueblo no matarán al vuestro.

25)Y aconteció que siguieron al rey, y salieron sin armas a encontrar a los lamanitas. Y sucedió que los encontraron; y el rey de los lamanitas se inclinó ante ellos, e intercedió a favor del pueblo de Limhi.

26)Y cuando los lamanitas vieron a los del pueblo de Limhi, que venían sin armas, les tuvieron compasión y se pacificaron con ellos, y volvieron con su rey en paz a su propia tierra.